Bienestar personal con rituales para limpiar la casa

El bienestar psíquico y emocional empieza siempre por algo tan simple como disponer de un espacio personal ordenado y limpio, una zona de confort que nos permita alejarnos del estrés del mundo y de la ansiedad que todavía nos sigue dando la pandemia de la COVID-19. Así, podremos desconectar, encontrarnos con nosotros mismos, tal vez incluso meditar, y llevar a cabo rituales cotidianos que nos permitan experimentar la paz que necesitamos en una vida de problemas y responsabilidades. En este caso, la palabra «ritual» tiene dos connotaciones: actividad cotidiana que hacemos para sentirnos mejor, y hechizo o rito que practicamos para limpiar el entorno.

Lo segundo entra en conexión directa con nuestras creencias y valores, pero lo cierto es que está íntimamente ligado con lo primero. Por ejemplo, un ritual para limpiar la casa se relaciona de manera lógica e íntima con nuestro ritual cotidiano de limpieza, es decir, quitar el polvo, fregar los suelos, ordenar estanterías, etc. Desde luego, si aplicamos la visualización, la meditación y nuestra propia fortaleza anímica y de espíritu cuando llevamos a cabo rituales para limpiar la casa, más que cansancio, experimentaremos felicidad y una satisfacción profunda.

Por esa razón, y con independencia de que hayamos practicado este tipo de conjuros con anterioridad, merece la pena probar aunque solo sea una vez. Estos rituales y otros similares, como el ritual abre caminos, se rodean a menudo de ayudas visuales, auditivas o relacionadas con nuestro olfato, con nuestros cinco sentidos en general, como puede ser el uso de velas aromáticas de colores significativos para nosotros. También conviene que practiquemos la respiración, que busquemos la paz interior que solemos necesitar en el día a día, para realizarlos con éxito.

Indudablemente, algo es seguro: nos sentiremos mejor con nosotros mismos no solo si limpiamos nuestra casa o hacemos cualquier otro tipo de rito relacionado con la búsqueda de nuestra propia felicidad interior, sino en general si somos conscientes de cada paso que damos y si damos prioridad al bienestar que deseamos sentir. Teniendo en cuenta los tiempos caóticos que todavía vivimos, probar una vez nunca está de más.