Howswho
12 de Abril de 2018 | 13:31
OPINIÓN

Centros de desintoxicación de alcohólicos, un antes y un después

 

El consumo de bebidas alcohólicas crece a un ritmo más y más rápido. Cada vez es más temprana la edad en la que se comienza a beber. Al margen del debate sobre si hay que prohibir o no el botellón, habría que preocuparse y hacer hincapié en la importancia de la educación por parte de los padres y del colegio. Educar es la base.

 

El alcohol se ha hecho tanto hueco entre nuestros jóvenes y adolescentes que, aquellos que no beben, son bichos raros. Parece ser que no hay diversión sin alcohol, no hay socialización sin alcohol, no estás en la onda si no bebes alcohol.

 

Y, es que, si las drogas son un gran problema, los desastres del alcohol son aún mayores. Se han realizado algunas encuestas al respecto y, según los datos que arrojan las estadísticas, por cada persona adicta a las drogas no permitidas, cocaína, heroína, marihuana, cannabis… hay 40 personas alcohólicas y, un alto porcentaje de ellos, a nivel crónico.

 

Es un asunto serio y grave. El abuso del alcohol deriva en problemas con la propia salud, pero también, afectivos, familiares, laborales, sociales…

 

Es muy importante concienciar a nuestros niños, adolescentes y jóvenes. Prevenir es curar. Educar para prevenir es fundamental, pero, si ya tenemos ese problema en casa, será cuestión de curar y tenemos excelentes centros de desintoxicación de alcohólicos, centros que tratan al paciente en todos los niveles de dependencia (física y psíquica) a esta sustancia. Centros con profesionales que van a tratar, desintoxicar, sanar y educar para evitar las recaídas.

 

Los síntomas que presenta el alcoholismo son pérdida de control, ansiedad, náuseas, temblores, sudoración, delirium tremens, alta tolerancia al consumo etc. Todo esto debe ser tratado por profesionales que con su ayuda, apoyo y los tratamientos adecuados, logren liberar al paciente que acude a sus centros, de esta sustancia tan nociva y con tanto poder de dependencia.

 

Los centros de desintoxicación de alcohólicos ejercen una gran labor. Dejar el alcohol es posible y, aunque el camino a recorrer es arduo, la satisfacción de haberlo conseguido es un triunfo tanto para el paciente como para el personal que lo atendió.

 

Es importante reconocer que somos enfermos y que estamos decididos a recuperar nuestra salud. Una vez dado este paso tan importante, ya hemos emprendido el camino para volver a ser quiénes éramos. Un antes y un después. La pesadilla del alcohol dejará de ser y, desde ese momento, comenzará el sueño de vivir.