¿Cómo mejorar la adaptabilidad de tu sitio web?

Ahora es un requisito que las páginas tengan una versión para móviles, tanto por el contexto social en el que la mayoría de los internautas navegan desde smartphones y tablets como por el hecho de que Google coloca en primeras posiciones a las páginas con diseños responsivos.

El trabajo de adaptabilidad es complicado porque se trata de hacer sentir bien al usuario desde un dispositivo en el que no se piensa de primeras a la hora de diseñar el sitio.

La clave es el diseño responsivo

Es la adaptación de un diseño web de acuerdo a la pantalla del dispositivo desde el cual se accede al sitio. Usar un diseño responsivo significa enviar el mismo código a de la página a todos los dispositivos, para que luego sea renderizado y compatible con el tamaño de pantalla.

De hecho este manera de presentar la web a móviles es la que recomienda Google por:

No hace falta redirigir a los usuarios, por lo que el tiempo de carga se mantiene bajo.
Todo el contenido es agrupado en un solo sitio, lo que facilita enlazar el contenido.
No es necesario etiquetar páginas con contenido duplicado, una práctica imprescindible para no perjudicar el posicionamiento en Google.
El proceso de indexación es más rápido.
No te tienes que preocupar por administrar más de un sitio web.

Recuerda que se trata de facilitar la vida a los usuarios que acceden desde dispositivos que no son ordenadores. Mientras más fácil sea el proceso para ti, lo más probable es que también lo sea para los visitantes.

En los zapatos de los usuarios

Es una regla para todo lo relacionado con el diseño y las estrategias de marketing. Incluso, podemos afirmar que el usuario es el mayor aliado, pero uno que siempre debemos intentar ganarnos. Así, el trabajo consiste en darles algo a los usuarios para que lo recomienden y quieran volver en el futuro.

La forma acertada de descubrir qué piensa el usuario es preguntarte a ti mismo lo que te gustaría, cómo te sentirías estando en esa posición y no en la del dueño de la página.

En general, podemos decir que los internautas que usan móviles prefieren:

Una arquitectura web coherente e intuitiva.
Buena velocidad de carga.
Subcategorías bien escogidas.
Menos imágenes.
Texto corto y conciso.

Sin embargo, conocer la perspectiva del visitante te va a ayudar a definir con exactitud en qué falla el sitio para mejorarlo y qué está haciendo bien para potenciarlo. Esta práctica seguramente va a impulsar el posicionamiento para móviles.

Adaptable a todos los tamaños de pantalla

Los elementos del código HTML tienen que adaptarse de acuerdo a la pantalla desde la cual se está viendo una página. Recuerda que tienes que hacer un código responsivo, lo cual no es necesariamente difícil. Lo complicado es diseñar la página para que se vea bien en todos los tamaños.

Piensa que será más sencillo hacer esta adaptación si el diseño también es sencillo. Antes de empezar a crear el diseño para desktop, procura pensar si algunos de esos elementos en pantalla se verían bien adaptados a móvil o tablet, o incluso si podrías eliminarlos sin que afecte la experiencia de usuario para mal.

Si no puedes hacer esta traducción de elementos, lo mejor sería cambiar el enfoque para dar con un diseño más fácil de trabajar y adaptar con el diseño responsivo. De esta manera, te ahorras mucho trabajo y es más sencillo asegurarse de que el resultado se verá bien.

En este apartado ten cuidado con las imágenes. En los móviles, las imágenes ocupan demasiado espacio, lo que obliga al usuario a hacer grandes desplazamientos hacia abajo. Trata de reducir la cantidad de imágenes en esta versión, además de optimizarlas para que su velocidad de carga no sea un problema.