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21 de Diciembre de 2018 | 18:29
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Cómo organizar un crowdfunding económico

Cada vez con más frecuencia, los artistas y los creadores de contenido creativo recurren al micromecenazgo a través de internet, también llamado crowdfunding.

Este sistema permite que cualquier persona presente su proyecto, una cantidad de dinero mínima que tiene que alcanzar para hacerlo posible, y una serie de recompensas que entregará en función del dinero donado por las personas interesadas; es decir, aquellas que quieren ser mecenas.

Aunque existen múltiples alternativas de financiación para dar a luz a un proyecto, como la solicitud de créditos online de WannaCash.es o incluso la autoedición, es cierto que el crowdfunding concede la ventaja de la visibilidad. Es decir, ganará un público de fans, que serán precisamente los mecenas.

Sin embargo, es muy importante no perder el norte a la hora de establecer un micromecenazgo realista.

Las ediciones de tapa dura y páginas ribeteadas de dorado gustan a todos, pero corremos el riesgo de perder mecenas potenciales que consideran demasiado elevado el riesgo de donar a una edición tan cara.

Porque, en el mejor de los casos, tendremos un crowdfunding demasiado caro al que solo aportarán personas que disponen de una determinada cantidad de dinero.

Pongamos por ejemplo entonces a los o las dibujantes de cómics. Evidentemente, las ediciones más económicas son aquellas que, por cómic, no pasan de las 25 páginas. Además, han de ser ediciones grapadas, pues sin lomo se reducen considerablemente los costes.

Por otro lado, el tamaño de los cómics debería ser siempre inferior a un DIN A4, pues es un factor que también influye considerablemente en el precio.

Por otro lado, las recompensas ideales que deberíamos establecer tendrían que ser lo más económicas posibles también, y en ese sentido los pines y las pegatinas son las reinas. Aun así, siempre podemos recurrir a pequeños préstamos online para disponer de recompensas con un poco más de enjundia, como por ejemplo tazas o posters gigantes. Elijamos la edición y las recompensas que elijamos, hemos de tener esto muy presente: si no promocionamos bien el crowdfunding, estamos abocados al fracaso. Para eso existen las redes sociales, la plataforma de difusión por excelencia.