El coworking en Vecindario como paradigma de trabajo

Para muchas personas, la idea de darse de alta como autónomos puede ser aterradora. A fin de cuentas, se trata de asumir la responsabilidad directa de nosotros mismos y nuestro trabajo, construido todo como una marca, y de localizar clientes, estructurar nuestros precios con criterio, organizar nuestros horarios, etc. A todo ello se le suma, en primer lugar, la cuota de autónomos, por desgracia una de las más altas de Europa en nuestro caso, y más agudizada aún por los efectos de la crisis económica de la pandemia del coronavirus; y, en segundo lugar, la búsqueda de un espacio de trabajo, que no siempre podemos tener en casa.

Por suerte, los espacios de coworking como solución económica a la adquisición de locales y zonas temporales de trabajo es cada vez más popular. Esto se aprecia, para empezar, en el hecho de que lo encontramos en todas parte: desde Madrid a Gran Canaria y, en este último caso, desde Las Palmas a otros núcleos urbanos de la isla. Así, el coworking en Vecindario, con todas las facilidades y todos los recursos que cualquier empresario independiente necesita, se nos presenta como un ejemplo ideal de lo que deben ofrecer estos servicios. En definitiva, el alquiler de oficinas en Vecindario sirve como paradigma del coworking en sí.

No solo para autónomos, aunque es el ejemplo del que estamos hablando ahora, sino para empresas recién nacidas que todavía no disponen de inyecciones económicas suficientes para la obtención de un local propio o una oficina permanente. Para todos los casos, alquilas oficinas en Vecindario permite hacer uso de espacios para una, dos o tres personas, todos ellos preparados para la conexión de dispositivos electrónicos o a internet, área de reunión, y hasta zona office con nevera y microondas. Esto último nos evitará acudir a cafeterías abarrotadas en tiempos de pandemia.

En resumidas cuentas, nada hay en el coworking, ni en Vecindario ni en ningún otro sitio, que nos haga pensar que es un espacio de trabajo inadecuado. Todo lo contrario: el alquiler de oficinas es, en todos los sentidos, la mejor solución posible para trabajar.