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22 de Abril de 2019 | 10:31
NEGOCIOS

Fiestas de Semana Santa y la rehabilitación de fachadas

Como cada año, rondando por los meses de marzo y abril, tiene lugar una de las fiestas patrimoniales archiconocidas por todos los españoles y turistas que deciden venir a nuestro país: la Semana Santa. En dichos festejos, los cuales comienzan con el Domingo de Ramos y acaban con el Domingo de Resurrección, se producen un sinfín de procesiones y actividades relacionadas íntegramente como la cristiandad y la religión católica en su máximo exponente.

Muchas regiones de la Península Ibérica se constituyen como unos grandes atractivos internacionales por sus fiestas, como Sevilla y otras regiones de Andalucía. Sin embargo, la comercialización de dichos festejos ha hecho que ese espíritu muchas veces se vea nublado por las tendencias de los llamados millenials, quienes crean de cualquier acto, por muy sacro que sea, una fiesta hasta altas horas de la madrugada, ya sean en los propios barrios o en locales privados. ¿Y qué relación guardan estas fiestas de la Semana Santa con la rehabilitación de fachadas o la rehabilitación de cubiertas? La principal relación que existe entre ambas cosas es el hecho de que las fiestas de hoy en día, ya sean de jóvenes y adultos, tienen como víctima a los distintos edificios que colindan con el lugar de celebración.

Así pues, en el apogeo de los festejos, muchos inmuebles se ven convertidos en los ceniceros de todos aquellos fumadores que deciden apagar sus cigarrillos en la pared más cercana para luego tirarlos a la basura, sin tener en cuenta que pueden apagarlos en el mismo recipiente. Esto provoca grandes manchas negras y serios desgastes en la pintura de la fachada. Otra de las causas es el hecho de que estos lugares se convierten también en barras de bar, donde se colocan vasos, bolsas, restos de comida… algo que llena el lugar de insectos y de suciedad. Y, no por ello menos importante, el hecho de que muchos se vean convertidos en baños públicos y todo el mundo decida usarlos como tal y, por consiguiente, destruir la imagen externa de un edificio.

Estas causas, y muchas más, provocan que los habitantes del edificio, así como las instituciones públicas, se vean obligados a desembolsar el dinero necesario para poder dar de nuevo al inmueble la imagen que poseía. Es por ello que empresas de rehabilitación de edificios como Hermon Rehabilitaciones se constituyen como grandes baluartes en el cuidado de los edificios gracias a sus grandes servicios y buena financiación.

¿Dejarás que las fiestas le roben la buena imagen a tu edificio?