Howswho
18 de Enero de 2018 | 09:33
ECONOMÍA

El futuro de las relojerías en España

 

En nuestra cultura, ir de compras es algo más que una simple actividad de ocio. Es, de hecho, una tradición que refleja nuestro modo de vida y de la cual muy a menudo depende nuestro estado de ánimo. No pretendo criminalizar a las personas que disfrutan yendo de compras porque, para empezar, no queda otra si pretendemos abrirnos camino en la vida. Además, salir a comprar no significa gastar dinero innecesariamente y podemos, incluso, encontrar satisfacción comprando una nevera nueva porque la anterior se nos acaba de romper. Lo que sí pretendo señalar es la importancia de eta actividad y, en consecuencia, la importancia de que exista una amplia variedad de oferta de tiendas que ofrezcan a sus clientes productos lo más variados posibles.

 

Esto ya ocurre y lo podemos ver en los sectores más demandados, empezando por el de la alimentación. No en vano, vivimos en la era de la abundancia de la comida y la bebida, al menos, en los países occidentales. Sin embargo, hay otros productos en los que este modus operandi se aprecia claramente, como el de los relojes. El acto de comprar relojes en España puede parecer invisible o poco importante, porque lo tenemos tan asimilado que no nos paramos a pensar en ello. Hagámoslo ahora. ¿Cuánto dinero creen que mueve el negocio de los relojes en nuestro país cada año? ¿Cuánta gente compra relojes en Madrid al mes? ¿Cuántos tipos de relojerías existen? Eso es fácil: existen las relojerías comunes de las grandes superficies, las relojerías artesanales especializadas, las relojerías que también son joyerías y, cómo no, el modelo favorito de las personas de a pie: las relojerías de tasación y compra-venta de relojes.

 

Porque, gracias a estas relojerías (ver web) podemos adquirir un reloj en el Barrio de Salamanca, conseguirlo en Callao, encontrarlo a las afueras de Madrid y hacernos con él en cualquier otro lugar del país. Son útiles, son prácticas, se adaptan al cliente y, por así decirlo, reciclan el dinero, inicialmente, gastado en la fabricación de cada pieza. En definitiva, estas relojerías, fáciles de encontrar en internet, son el futuro de este negocio.