El futuro de Sepa en España

Muy a menudo, cuando estamos cursando nuestros estudios y estamos aprendiendo sobre una disciplina concreta, solemos habituarnos a buscar información y fuentes de calidad. Dicha información suele corresponder a las obras influyentes y atemporales de los pensadores y los pensadoras más famosas de la disciplina en cuestión. Ahora, me gustaría que intentasen reflexionar con cuidado sobre lo que voy a preguntar: ¿cuántos de esos pensadores eran españoles? Es decir ¿no suelen tener la sensación de que se valora mucho más a los genios extranjeros que a los de nuestro propio país? Voy a matizar esto, porque no quiero que se piense que estoy siendo un «patriota» más que infravalora todo lo que no proceda de casa. Los autores extranjeros son fuentes de sabiduría y muy interesantes, pero, yo me refiero a esa vaga y errónea creencia de que solo por ser de fuera van a ser mejores.

Por suerte, hay disciplinas en las que se tienen en cuenta las aportaciones de los estudiosos de la materia dentro de nuestras fronteras. De hecho, y en cuanto a la psicología, la asociación de Sepa en España es un buen ejemplo, pues se trata de una agrupación de personas que analizan y debaten a fondo sobre el pensamiento de Carl Gustav Jung, uno de los pilares de la psicología moderna. Porque la Sociedad Española de Psicología Analítica también tiene en cuenta el futuro del pensamiento junguiano en España y, claro está, el futuro de aquellos estudiantes que desean ejercer e investigar la materia en nuestro país. Quizás ustedes no sepan quién fue Jung. ¿Les dice algo el concepto de «inconsciente colectivo»? Pues él fue, por así decirlo, su creador y estableció una base teórica sólida que tiene en cuenta las conexiones más íntimas entre los seres humanos y sus culturas milenarias.

Como ven, lejos de infravalorar a Jung por ser un autor extranjero, yo lo sitúo en el pedestal de conocimiento que se merece. Eso sí, si algún día sale una joven promesa de la psicología capaz de igualarlo, no diré que es menos solo por ser de aquí. ¡No le haría ningún bien!