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19 de Septiembre de 2018 | 13:20
NEGOCIOS

La eficacia de una web de reservas turísticas

 

Cuando acudimos a una web especializada en un sistema de reservas turístico, necesitamos que el proceso de reserva de un alojamiento sea lo menos largo y tedioso posible. Por otro lado, si acudimos con la idea de buscar los mejores precios y solo encontramos cifras desorbitadas, lo más probable es que, finalmente, tomemos la decisión de abandonar la página y buscar una alternativa más económica. Todas estas cosas se pueden prevenir, en cierto modo, en una buena web de reservas turísticas. Aunque, por supuesto, es imperativo que dicha web disponga de un channel manager bien programado y cuyo funcionamiento sea eficaz. Es decir, de una inteligencia virtual que interactúe de manera óptima con el usuario interesado en reservar sus vacaciones.

 

Toda página web consta de un código de programación, sabemos eso desde el nacimiento de internet. Pero, una web de reservas turísticas es mucho más que una página informativa de interfaz simple. Su finalidad es doble: cautivar al visitante con publicidad multimedia interactiva y dinámica, tal vez de hoteles, apartamentos o destinos que puedan ser de su interés; y, un árbol de contenidos estructurado que anime a navegar por las distintas secciones de la web, sin sentirse sobresaturado de información. Hacer cada cosa por separado es fácil para una persona especializada en programar una base de datos turística online y aplicar un software de apartamentos turísticos, pero, encontrar el equilibrio entre dos aspectos, en apariencia tan contrapuestos, no lo es.

 

Es importante, por lo tanto, controlar el tráfico de la web de reservas. Es fundamental estudiar el comportamiento de los usuarios, averiguar en qué secciones se detienen más o, en cuáles se dispara la tasa de rebote o abandono. Así, podremos crear un embudo de conversión útil; es decir, una estructura de pasos que el usuario tiene que dar para llevar a cabo una reserva exitosa. En una web de estas características, menos pasos se traducen en éxito. Menos es más. Lo ideal es que sean cuatro: entrar en la página web, utilizar el buscador o, entrar en la sección que interesa, solicitar el destino deseado y efectuar la reserva. Lo demás, es fácil.