La problemática de la cuota de autónomos en España
Ser autónomo en España no es nada fácil. Para darse de alta oficialmente como profesional independiente en el RETA, el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos, es necesario acceder al servicio correspondiente, que afortunadamente es gratuito.
Sin embargo, los problemas empiezan a partir de aquí. No solo es obligatorio cotizar desde el día uno del inicio de la actividad en la Tesorería General de la Seguridad Social, sino que el pago de la cuota de autónomos es ineludible.
En algunos países, como Francia, esa cuota es mínima, apenas un porcentaje ínfimo que no supera los 50 euros al año. Sin embargo, en nuestro país la cuota no es precisamente un privilegio.
En España, en 2019, la cuota mensual obligatoria de los autónomo ascendió 283,3 euros. Nos encontramos en una situación económica y social en la que esa cifra puede ser imprescindible para pagar la mitad del alquiler o la comida de todo un mes.
A eso se le suma que la facturación de un autónomo, aunque puede alcanzar cifras muy altas según los periodos, no es precisamente estable y puede verse descompensada con período de sequía.
Además, las épocas de bonanza no justifican el aumento inhumano de trabajo, posiblemente con renuncias a períodos de descanso en fines de semana, a los que mucho autónomos y autónomas tienen que enfrentarse.
Siempre podemos acudir a préstamos online al instante de WannaCash.es o a ahorrar todo lo posible durante esas épocas de aumento de trabajo para, de ese modo, no notar de una manera tan dura el efecto de la elevada cuota o de los meses de poco trabajo.
Sin embargo, los profesionales autónomos llevan tiempo exigiendo una mejora en sus condiciones laborales, principalmente derechos en lo relativo a vacaciones y en períodos de descanso sin por ello percibir una notable desmejora en la facturación y en las posibilidades de trabajo con otros clientes.
Los prestamistas son una ayuda extra útil, pero no podemos depender siempre de aumentos económicos extraordinarios para subsistir. Con el tiempo veremos si las demandas de los autónomos españoles dan frutos. Mientras, solo queda seguir abonando de forma fija la cuota correspondiente.