Howswho
18 de Noviembre de 2019 | 13:13
Mudanzas

Las dificultades de una mudanza según el destino

A veces, las mudanzas no pueden hacerse en una sola fase, y se hace necesario que la concluyamos en dos o tres, tal vez incluso más. Las mudanzas de una fase son aquellas en las que a lo mejor solo nos mudamos de casa, y puede que solo nosotros, llevándonos solo los bártulos y los objetos personales que teníamos en nuestra habitación. El transporte en estos casos es rápido, pues solo tiene que atravesar unas cuantas calles o avenidas para llegar a su destino. De hecho, ir y volver, en caso de que sea necesario, y no suele serlo porque suele haber muchos camiones disponibles, se puede hacer cuantas veces se quiera.

No ocurre así cuando cambiamos de ciudad, cuando nos vamos de Madrid para mudarnos a Toledo, por ejemplo. En este caso el viaje en carretera es largo, muy largo, y supone cambiar de ciudad. No hay posibilidad de volver en el mismo día. Por lo tanto, o se lleva a cabo la mudanza en un paso o, como suele ser habitual si hay mucho mobiliario, se realiza en varios días o, como antes los hemos llamado, fases. En este tipo de mudanzas es habitual mudarnos primero nosotros con nuestros objetos importantes, y luego, o tal vez días antes, traer todos los muebles. Por eso podemos contratar mudanzas con guardamuebles en Madrid o en cualquier otro lugar.

Podemos pensar que si la ciudad de destino no está tan lejos del punto de partida, la mudanza sí que se puede hacer fácilmente y en una hora. Tampoco suele ser así. Es decir, no importa que decidamos contratar unas mudanzas en Leganés desde Madrid, porque el caso es que la distancia sigue siendo lo bastante grande como para que unos camiones de mudanzas no lleguen fácilmente al destino. Hay que tener en cuenta la salida de la ciudad de origen, la circulación por la autopista y la llegada a la ciudad de destino. En ningún caso es tal fácil como parece y es mejor no trasladarlo todo de golpe para agilizar el proceso. Lo importante es culminar la mudanza con éxito.