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22 de Junio de 2022 | 23:19
Empresas
Telegrabajo en españa

Las dos caras de la moneda del teletrabajo en España

El teletrabajo es un factor determinante para la mitad de la población que busca cambiar de empleo. Además, cerca del 70% cree que podría ser más productivo trabajando desde casa. Si bien el 2020 demostró que estas cifras no necesariamente reflejan la realidad con respecto a la productividad y el teletrabajo, sigue siendo importante para el trabajador promedio.

Aún durante este año, el trabajo desde casa sigue bastante vigente. Ahora se maneja una modalidad mixta en la que se alterna el trabajo desde casa con la oficina, y parece dar mejores resultados que una modalidad completamente presencial o a distancia. Se estima que un poco más de la mitad de los trabajadores considera que su empleo es compatible con teletrabajar.

Sin embargo, los que teletrabajan desde casa constantemente han disminuido a ser apenas el 12% durante el 2021. Mientras,el modelo mixto ha crecido en 15 puntos desde entonces para posicionarse en casi el 60%. Esto es considerando un modelo mixto en el que apenas unas pocas funciones se pueden hacer en oficina o acudiendo con regularidad al lugar de trabajo.

Las compañías tecnológicas han sido uno de los sectores que más ha aplicado y mantenido el trabajo a distancia. De hecho, es frecuente que su modalidad sea el teletrabajo a tiempo completo, sin ningún tipo de presencia regular en la oficina. No es un ejemplo aplicable a todas las industrias.

¿El teletrabajo es un fracaso en el país?

A pesar de la pandemia y de los avances en trabajo remoto durante el último par de años, la adopción de esta modalidad sigue siendo bastante pobre. Probablemente, el único motivo que explique este fenómeno es la cultura presentista instalada en la mayoría de empresarios que lo exigen a sus empleados.

No es extraña esta mentalidad en el tejido empresarial si pensamos que tecnologías financieras como los créditos online rápidos todavía no son bien aceptadas por la mayoría. De alguna manera, el país tiene un ligero rechazo a la modalidad online en general, al menos cuando la obtención de dinero está relacionada.

El trabajo remoto implicó un debate en diferentes niveles: institucional, empresarial, laboral, sindical, legal y social. Después de haber superado algunas trabas, al menos a nivel legal e institucional, todavía se cuestiona si el teletrabajo de verdad está calando en España. El contexto apunta a que no es el caso, incluso si la mitad de los trabajadores lo consideran importante.

Hay que considerar que el 55% de los trabajadores a distancia lo son por motivos de la pandemia. En cierta medida, se trata de una estadística positiva porque implica que la misma situación desfavorable impulsó un camino que ya había avanzado. Sin embargo, las conclusiones serían precipitadas.

Más bien, el teletrabajo ha ido a la baja desde el inicio de la pandemia (después del período de adaptación). Los trabajadores a distancia han disminuido considerablemente. Se espera que para dentro de un par de años, cuando la pandemia se convierta en endemia, volvamos a números similares a los de 2019.

A pesar de que la mayoría de los trabajadores sean conscientes de las dificultades del teletrabajo (mayor carga laboral, dificultad para desconectar, aislamiento social, etc), más de la mitad prefiere esta modalidad. Por lo tanto, las razones apuntan a otra dirección. Más bien, el 35% de la fuerza laboral podría teletrabajar por completo.

Todo apunta a que este fracaso proviene del mundo empresarial: al 36% se les prohíbe esta modalidad, a pesar de que su actividad laboral pueda ejercerse a distancia. La mitad de las compañías españolas no permiten teletrabajar, cifra que aumenta al 80% en el caso de las PyMEs.

No hay ningún motivo de peso para este veto empresarial al teletrabajo más que el retraso a nivel cultural en este punto, sin embargo es importante resaltar que el sector empresarial enfrenta dificultades a la hora de elegir el personal idóneo para reaizar cualquier tarea, y sobre todo, a manera remota. El tejido empresarial está conformado por una generación típica de otra sociedad y otra época que todavía no asimila la viabilidad legal y productiva de esta modalidad.