Las principales ayudas y subvenciones para el emprendimiento
Se dice que el éxito empresarial se encuentra allí donde hay talento, pero por desgracia esta solo es una verdad a medias. En un porcentaje demasiado elevado, sobre todo a día de hoy, el éxito de una empresa también reside en el capital.
En otras palabras, quien tiene el dinero, tiene opciones para transformar en una realidad material su idea de negocio. ¿Significa esto que solo aquellas personas tocadas por la gracia de una herencia cuantiosa, o que en general han tenido éxito económico en la vida, pueden emprender? Por suerte no, o ese panorama está empezando a cambiar.
En España, por ejemplo, ninguna persona con aspiraciones de crear su marca personal tiene por qué quedarse sin cumplir su sueño, pues hay numerosas ayudas al emprendimiento a las que puede recurrir.
En general, estas ayudas económicas intentan impulsar a colectivos en situaciones más desfavorables.
Las personas dadas de altas en el régimen de autónomo, por ejemplo, tienen mucho más complicado ejercer un labor ahorrativa estable y fructífera a lo largo del tiempo.
Por otro lado, las pymes, que por definición son negocios recién nacidos, necesitan más que nadie de esas ayudas, pues los comienzos de cualquier empresa siempre son caóticos y dificultosos.
Solo cuando la empresa en cuestión consigue consolidar una base inicial de clientes puede empezar a asentarse y a crecer.
De igual modo, cada vez hay más subvenciones destinadas a mujeres emprendedoras, y cuyo objetivo ético y pragmático es romper el techo de cristal al que por desgracia se siguen enfrentando las mujeres con vocación de empresarias.
El hecho de que se pueda echar mano de estas subvenciones no quiere decir que por arte de magia el problema del capital empresarial esté solucionado.
Seguirá siendo necesario planificar con extrema cautela la inversión para que el retorno de la misma permita obtener ganancias y evitar pérdidas. Sin embargo, es mucho más sencillo recurrir a gastos extraordinarios o a solicitudes privadas externas, como por ejemplo la solicitud de préstamos con ASNEF o préstamos bancarios en general, si se dispone de una subvención mínima por derecho.
Sin ella, es posible que ni siquiera se pudiera comenzar. Investigar a fondo dichas subvenciones es, pues, un paso ineludible para todas aquellas personas con poder adquisitivo medio-bajo que no disponen de ahorros suficientes o de ayudas familiares para crear su empresa.
Por suerte, y como mencionamos anteriormente, cada vez hay más, y cada una de ellas se adecua a las necesidades específicas de cada persona emprendedora.
Una de las principales subvenciones que podemos señalar, y sin duda una de las más fructíferas, es el programa de promoción del empleo autónomo. Su objetivo es coordinar y conceder ayudas económicas al emprendimiento en función de cada región y sus particularidades, pues el programa en sí está dirigido y organizado por las Comunidades Autónomas, actuando en su nombre tanto el Servicio Público de Empleo Estatal como las distintas Consejerías de Empleo. Es una subvención que además se relaciona de manera directa con las ofertas de empleo y promoción según comunidades, con lo cual a grandes rasgos soluciona muchos problemas de empleabilidad actual.
También señalamos antes las ayudas específicas para autónomos. Muchos autónomos emprenden para convertir su persona física en una persona jurídica, estableciendo así un valor de marca personal y recurriendo en numerosas ocasiones a la contratación externa de profesionales que le ayuden en su gestión.
Fundamentalmente las subvenciones destinadas a autónomos intentan integrar en el mercado del emprendimiento a personas en situación de vulnerabilidad económica, como mujeres desempleadas, personas con discapacidad, jóvenes de 30 años o menos y personas en situación de desempleo. Además, el presupuesto aumenta un 10% cuando se trata de mujeres víctimas de violencia de género, estableciendo sí un sistema social de integración total.
A estos programas esenciales podemos añadir los específicos de cada zona concreta, que son muchos y que es recomendable investigar a fondo en cada caso concreto.
En cualquier caso, crear un negocio y emplear la ayuda de un simulador de créditos urgentes para perfeccionarlo se convierte en un camino mucho más sencillo gracias a estas ayudas. Competir en un mercado poblado de pequeñas, medianas y grandes multinacionales, ya de por sí complejo, es más fácil si las tenemos en cuenta.