Howswho
9 de Marzo de 2021 | 09:42
Accesibilidad

Las salvaescaleras, esenciales en accesibilidad

La accesibilidad, por desgracia, sigue siendo una asignatura pendiente en muchos ámbitos, por mucho que a medida que pasan los años afortunadamente veamos más iniciativas y más recursos puestos a disposición de las personas que lo necesitan. Pero hay que hacer más. Aunque veamos intérpretes en Lengua de Signos en televisión o en conferencias diversas, es importante que se adquiera la conciencia social de que debería ser una asignatura obligatoria en todos los colegios. A pesar de que cada vez vemos más audiolibros en las bibliotecas, necesitamos más. Y, por supuesto, aunque cada vez haya más rampas y arquitectura sin muros, necesitamos otro tipo de ayudas.

Por ejemplo, y en cuanto al último ejemplo que hemos puesto, las sillas salvaescaleras. Las personas con movilidad reducida no necesitan pena o compasión desmesuradas por parte de personas que en el fondo no entienden cuál es su realidad diaria. Lo que necesitan es ser tratadas con el respeto y la dignidad que merecen, y eso pasa inevitablemente por ofrecerles todas las necesidades básicas que puedan necesitar para desenvolverse por sí solas. Las salvaescaleras, al permitirles subir y bajar escaleras sin ayuda siempre que lo necesiten, son por ello un gran ejemplo.

Además, se han vuelto, si cabe, un elemento más importante en los tiempos de la pandemia de la COVID-19. Antes de marzo de 2020, en edificios públicos y privados, era posible acceder a ascensores con capacidad para muchas personas. Ahora, sin embargo, con el fin de prevenir contagios, el aforo de todo tipo de elevadores se ha reducido, de modo que se hace imperativo que haya una mayor presencia de este tipo de sillas en todas las ciudades grandes o medianas del país, como mínimo. Así, las salvaescaleras en Madrid son fundamentales, por poner solo un ejemplo básico.

Pero, por supuesto, volvemos al problema planteado al principio: la accesibilidad sigue siendo algo marginal, y ello se debe a que realmente no se educa a las nuevas generaciones en lo que respecta a la importancia de crear una sociedad inclusiva de base con personas ciegas, sordas, en silla de ruedas, etc. Debemos desarrollar nuestra empatía.