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20 de Diciembre de 2019 | 17:45
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Los bancos de imágenes y las tiendas de ropa

Los últimos estudios estadísticos demuestran que Instagram se está convirtiendo en la red social más utilizada por los usuarios, y por lo tanto la favorita de muchas empresas basadas en la imagen, y por lo tanto también de ilustradores y diseñadores gráficos, a la hora de publicar su trabajo y captar clientes. Es decir, Instagram, al ser una red social basada fundamentalmente en la fotografía, constituye una plataforma de difusión ideal para trabajos visuales. En otras palabras, funciona no solo como red social, sino como porfolio.

Esto nos lleva a otra cuestión: que una empresa o un negocio tenga presencia no solo en Instagram, sino en redes menos conocidas pero también fundamentadas en la imagen, es muy importante si como hemos dicho el aspecto visual es prioritario. Por ejemplo, una tienda de ropa basará su año en campañas estacionales, y presentará su moda de primavera-verano, la de otoño-invierno, o aquella basada en épocas o fechas concretas, como Halloween o las rebajas. Al consumidor medio de una tienda de ropa el producto le entra literalmente por los ojos.

Esto significa que una tienda de ropa, ya sea genérica o especializada, no debería contentarse con Instagram, que aun así debería convertirse en su red social principal porque puede presentar sus campañas en ella y además ofrecer información, gracias a la posibilidad de adjuntar texto largo a dichas imágenes. Sin embargo, también debería disponer de una cuenta en Pinterest o Flickr, por ejemplo, que funcionan como bancos de imágenes.

Una cuenta en cualquiera de estos sitios web, y además una en la que hayamos realizado una notable labor de posicionamiento en Google, proporciona a los usuarios muchas más fotografías, muchos más detalles visuales, que los que pueden encontrar en Instagram. Son, por lo tanto, perfiles complementarios a la red social principal, y su principal ventaja reside en que proporcionan a los clientes potenciales fotografías por triplicado de sus vestidos, sus faldas, su joyería o sus complementos.

Cualquier tienda de ropa, más aún si se trata de un comercio electrónico, debería llevar a cabo siempre esta combinación de red social y sitios web visuales.