Howswho
16 de Julio de 2020 | 09:02
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desear un viaje

Los sueños están para cumplirlos

Ocio y tiempo libre, son dos términos que se han convertido en un deseo inalcanzable porque, sencillamente, estamos inmersos en una sociedad que nos obliga a las prisas, a no tener tiempo para nada. Para nada que no sea una obligación o una responsabilidad. Ese nada engloba, únicamente, las aficiones, los paseos tranquilos, las conversaciones sin móvil con los amigos o, simplemente, permitirnos el gran lujo de perder el tiempo. 

Sí, perder el tiempo, qué maravillosa frase

Perder el tiempo es ganar tiempo al tiempo, es permitirnos, es dedicarnos ese momento para pensar en nosotros, ocuparnos de nosotros, satisfacernos a nosotros. Y, probablemente, ese tiempo al que se le denomina perder el tiempo, resulta ser una maravillosa paradoja.

Porque, durante esos instantes, más o menos largos, nuestro cerebro ha dejado de pensar en horarios, trabajo, colegios, compras… se ha desconectado y se ha puesto las pilas y nos hemos permitido ser «egoístas». Egoístas aparece entrecomillado a propósito porque pensar en uno mismo y complacerse, no es de egoístas. Pensar en uno mismo y dar rienda suelta a nuestros sueños, deseos, anhelos y, entiéndase por dar rienda suelta a tomar acción, no a soñar despierto.

Eso no es una actitud egoísta, eso es amarse a uno mismo y ser capaz de amar a los demás. Hacer lo que nos gusta, nos divierte, lo que nos agrada, no solo es una medicina para nuestra salud mental y emocional, sino que la transmitimos a los que forman parte de nuestra vida. La felicidad, la alegría, la satisfacción se contagia y todos, absolutamente todos, hemos salido beneficiados desde ese preciso momento en que alguien se decidió a «perder el tiempo».

Ese tiempo muerto nos va a llevar a emprender un viaje, ese viaje soñado y que nunca hemos hecho por economía, por falta de tiempo, por responsabilidades varias. Ese viaje que empezamos a soñar hace ya la friolera de 20 años y que se quedó allí, no se sabe muy bien dónde, junto con un montón de esos pequeños retazos de aventuras incumplidas. Aventuras que esperaban su momento, momento que nunca llegó. Como pasa el tiempo, ¿verdad? 

Ahora es nuestro momento. Sí, ahora. ¿Que no tenemos el suficiente dinero ahorrado? ¿Eso importa? No, no importa.

El dinero va y viene, el tiempo se va y no vuelve

Los microcréditos sin intereses son el camino que nos permite un deseo, un quiero y puedo, una llave que nos abre las puertas para viajar dónde queramos, como queramos y con quién queramos. Vive tu aventura, el tiempo corre. Deténlo y no guardes más tus ganas en el pozo de los deseos.