¿Necesitas cambiar los frentes de tu armario?

Muchas veces tomamos la decisión de comprar un armario nuevo porque realmente lo necesitamos, porque queremos uno más grande y espacioso o, sencillamente, mucho más bonito y moderno, o bien, cambiar únicamente los frentes de armario. Otras veces, sin embargo, la decisión es consecuencia de una contingencia inesperada y nunca deseada. Por ejemplo, que se nos rompa el armario de alguna manera. Ahora bien, si esto nos ocurre, la pregunta que debemos hacernos, y que debe partir de un análisis completo del problema, es la siguiente: ¿realmente es necesario sustituir todo el mueble por uno diferente? Tal vez sí, al menos si, en el fondo, era algo que ya nos planteábamos, sobre todo porque el motivo de la rotura es que el que ya tenemos es ya un poco viejo.

En otras ocasiones, sin embargo, lo que nos gustaría es limitarnos a arreglar el problema, porque sabemos que, en el fondo, el modelo que ya tenemos sigue siendo ideal. Puede que no tengamos ganas de reorganizar nuestra ropa o nuestros complementos en uno diferente, quizá nos apañemos bien, y seguramente intuimos que, con la debida reparación, puede durar muchos años más. Esto es lo que sucede, por ejemplo, si se nos rompe uno de los frentes. ¿Realmente es obligatorio cambiar todo el pack? En absoluto, puesto que, en la actualidad, muchas tiendas especializadas ofrecen la opción de adquirir puertas de armario. Además, los modelos que se fabrican en el mercado usualmente siguen unas directrices estándar en cuanto a medidas, lo cual facilita la sustitución.

Desde luego, no debemos caer en la falsa certeza de que cambiar un frente es más sencillo que cambiar la pieza completa. En muchos casos, puede ser incluso al revés, ya que podemos partir de la necesidad de que todo combine bien. Sin embargo, una opción estética interesante es el contraste, por ejemplo, de colores. Si ya teníamos el capricho potencial de buscar, por ejemplo, armarios pantografiados multicolor en el futuro, ahora podemos aprovechar el accidente y colocarle al nuestro piezas de otro color. En nosotros reside la decisión final en función de nuestras preferencias. Lo interesante es recordar que, en todos los casos, disponemos de opciones muy interesantes.