Howswho
12 de Abril de 2021 | 11:33
Pastelerías

Pastelerías, espacios seguros

En la actualidad, pensar en la posibilidad de pasar un buen día desayunando o merendando en una pastelería industrial de Madrid se nos antoja tan anacrónico como acudir a una discoteca, o a un partido de fútbol multitudinario. Son las consecuencias nefastas de una pandemia global que nadie deseaba pero que, nos guste o no, ha acontecido. Sin embargo, no solo podemos consolarnos con la realidad irrefutable de que, gracias a las vacunas, la crisis sanitaria tocará a su fin en algún momento y nosotros recuperaremos la auténtica vieja normalidad, si bien fortalecida. También es posible adaptarnos a nuevos modos de vida que sí nos permiten disfrutar de una pastelería.

Porque, para empezar, con las debidas medidas de seguridad, como la mascarilla, la limpieza y el gel desinfectante de manos, así como la ventilación constante y la limitación del aforo, sigue siendo posible acudir a estos establecimientos a disfrutar de un agradable día en condiciones de máxima seguridad. Además, sigue siendo posible encargar y llevarse a casa cualquier deliciosa creación de fábrica de pastelería, de modo que las opciones se incrementan. Qué mejor manera de matar el antojo de ir a una pastelería que llevárnosla a nuestra propia casa, nuestro espacio seguro contra contagios por antonomasia.

De hecho, ya experimentamos esta posibilidad durante las Navidades, acudiendo a una pastelería madrileña, o de cualquier otro lugar de España, para comprar un riquísimo tronco de Navidad o, cómo podrían faltar, los tradicionales roscones de Reyes. Lo mismo podemos hacer si, por ejemplo, queremos solicitar el encargo de una tarta de cumpleaños personalizado para nuestro hijo que cumple años, o sencillamente darnos el gusto de disfrutar de unas galletas de sabor casero en casa durante el fin de semana, y por supuesto en recompensa a una larga y complicada semana de trabajo. Las posibilidades, por lo tanto, se multiplican.

Los tiempos en los que las pastelerías podrán volver a llenarse de gente y ruido volverán, como volverán las fiestas y los eventos multitudinarios. Pero nuestra reflexión deja claro que, aun con todo, podemos disfrutar aún de aquellas experiencias agradables que creíamos haber perdido.