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8 de Noviembre de 2022 | 14:38
Accesibilidad

¿Por qué las salvaescaleras aportan independencia?

Existe la creencia social de que una persona en silla de ruedas, es decir, con movilidad reducida parcial o total, momentánea o permanente, tiene limitaciones. Dicho de otro modo, se piensa que hay determinadas actividades o tareas que no puede realizar sin ayuda, o que hay lugares a los que directamente no puede acudir. Sin embargo, nada más lejos de la realidad. Siendo justos, es evidente que usar una silla de ruedas exige una serie de esfuerzos extra, pero esos esfuerzos se verían notablemente solucionados si se instalasen siempre, en todas partes, las ayudas necesarias para que estas personas puedan tener calidad de vida, lo que incluye no depender de terceros a la hora de llevar una vida adulta independiente y plena. Por ejemplo, algo tan simple como instalar sillas salvaescaleras en los edificios puede arreglar muchos de esos potenciales problemas.

No solo las sillas en cuestión. También, rampas de acceso y ascensores homologados con medidas estándar para albergar cómodamente sillas de ruedas. Instalar estas soluciones de accesibilidad en espacios interiores públicos o privados facilita que ninguna persona necesite ayuda a la hora de hacer algo tan simple como subir y bajar de un piso a otro, lo que en muchos casos implica poder vivir tranquilamente en un segundo, tercer, etc. piso sin problema. Por lo tanto, cuando un edificio con escalones de entrada o bajos a los que no llega un ascensor carece de salvaescaleras, no hablamos de limitaciones a causa de la situación de movilidad reducida de la persona, sino debido precisamente a una mala gestión arquitectónica por parte de los diseñadores y constructores del edificio, o de la empresa inmobiliaria en general por no haberle puesto todavía solución.

Una solución que, por suerte, es sencilla. No hablamos de un pilar o de una reforma estructural sustancial, sino de colocar una medida de movilidad sencilla y efectiva. Sin duda, también rentable, pues no hay más que investigar a fondo los precios de salvaescaleras para darnos cuenta de que son lógicos y asequibles, y que, una vez adquiridas e instaladas, permanecerán allí durante años. En definitiva, la accesibilidad garantiza dignidad para todas las personas.