¿Prefieres moverte por Menorca en coche de alquiler?

Si alguna vez hemos conducido a través del campo o de la propia ciudad sin rumbo fijo ni objetivo práctico concreto, solo con la firme intención de pasear y disfrutar del paisaje, sabremos lo relajante y satisfactorio que puede ser, sobre todo a la hora de reducir nuestra ansiedad. De hecho, hoy en día es una de las pocas actividades fuera de casa que realmente podemos hacer sin mascarilla ni riesgos de contagio, ya que nuestro vehículo privado, en todos los sentidos, es una extensión del hogar, y por lo tanto nuestro refugio personal frente a la pandemia. Sin embargo, cuando nos vamos de vacaciones, generalmente no podemos llevarnos el coche. ¿Qué hacemos, por tanto, si queremos descubrir un paisaje nuevo y espectacular conduciendo como tanto nos gusta hacer?

Hablemos, llegados a este punto, del rent a car en Menorca. En efecto, el paisaje de esta preciosa isla responde al cien por cien a la espectacularidad arriba mencionada. También, es un destino que ofrece innumerables maravillas visuales: desde las más naturales, empezando por las calas y las playas blancas bañadas por el azul turquesa del mar y llegando hasta los frondosos bosques, muchos costeros, hasta las más urbanas, como las ciudades o los pueblecitos de aspecto tradicional y cultura pesquera. Todo merece la pena, y por tanto, es lógico que, en cierto modo, también recurramos al alquiler de coches en Menorca para poder acudir a cada sitio por vía directa y aprovechar bien el tiempo de nuestras vacaciones.

Más allá del descubrimiento panorámico del paisaje en un vehículo en movimiento, de trazarnos un itinerario variado y múltiple gracias al ahorro de tiempo, de disponer de un medio de transporte personal ajeno a cualquier contagio potencial de coronavirus, lo cierto es que el alquiler de coches en el aeropuerto de Menorca, también nos ayudará a tener el viaje bajo control. Es decir, podemos acudir fácilmente a nuestro alojamiento al llegar, y no nos arriesgaremos a llegar tarde al avión cuando volvamos a casa. Cuando esto último pase, sin embargo, es probable que nuestra experiencia conduciendo por Menorca haya sido tan gratificante, que nos dé pena marcharnos.