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Razones para aprender a montar a caballo
No hay nada más bonito que interactuar con otro ser vivo. Puede ser algo tan simple como una planta, una mascota o un gato callejero, pero si tenemos dinero, recursos y ganas, podríamos ir un paso más allá: aprender a montar a caballo y, eventualmente, aprender equitación o hípica. Este deporte, si bien no es uno de los deportes estrella en nuestro país, es precioso tanto a la hora de verlo como de practicarlo. Si tenemos la oportunidad de disfrutar de él, por ejemplo, en los Juegos Olímpicos, deberíamos hacerlo; y si además tomamos la decisión de visitar una tienda de equitación online para dar nosotros nuestros primeros pasos, debemos hacerlo.
Pero, como hemos sugerido, hay que ir paso a paso. No sirve de nada tirarnos a la piscina de aprender equitación sin antes saber montar a caballo. Es más, no sirve de nada ir directamente a aprender a montar sin aprender aspectos esenciales de la fisiología y el carácter de los caballos. Las distintas razas que existen, qué cosas les suelen gustar y cuáles no, de qué se alimentan y, sobre todo, cómo podemos relacionarnos con ellos sin que se asusten, enseñarles a que confíen en nosotros. Podemos dar nuestros primeros pasos de forma autogestionada buscando consejos en internet, ya sea en un blog especializado o en una de esas tiendas de accesorios de equitación.
Pero eventualmente, si hemos llegado a la conclusión de que queremos tomarnos nuestro aprendizaje a largo plazo en serio, lo más sensato es acudir a profesionales expertos que nos enseñen a montar. Mientras tanto, y mientras dure la pandemia, internet siempre será una fuente de información muy útil. Así, a medida que aprendamos, también sabremos en qué accesorios es rentable invertir nuestro dinero; por ejemplo, sabremos qué sillas de montar a caballo son las básicas para principiantes y cuáles se adaptarán más a nosotros y, claro está, a nuestra capacidad adquisitiva.
Pero si le damos una oportunidad a un animal tan precioso como es el caballo y a la hípica en sí, no nos arrepentiremos. Porque es un deporte apasionante que difícilmente nos aburrirá.