Cómo financiar tu proyecto y pagar tus deudas sin ayuda del banco
Es muy frustrante tener un gran proyecto en mente y no poder desarrollarlo porque las entidades bancarias deciden no otorgarte el crédito que necesitas. También es preocupante deber dinero y no poder cumplir con los pagos por falta de efectivo.
Afortunadamente, existen diversas alternativas de financiamiento no tradicionales para que puedas contar con los recursos económicos necesarios para estimular el crecimiento de tu negocio y cumplir con tus obligaciones. En este artículo conocerás las tres alternativas más populares entre los emprendedores.
Créditos rápidos
Los préstamos online son una especie de préstamo otorgado por entidades de capital privado que se caracteriza por concederse de forma rápida y requerir pocos trámites para su obtención. Puedes solicitar un préstamo de este tipo, aunque no cuentes con aval ni nómina. Debido a la comodidad y flexibilidad que ofrecen, los intereses suelen ser un poco más altos que los créditos comunes.
Minicréditos
Los créditos rápidos a devolver en cuotas son préstamos de una cantidad reducida de dinero. Son ideales si necesitas contar con liquidez para cumplir con el pago a proveedores, reparar alguna herramienta o invertir en algo muy pequeño; no es necesario que optes siempre por préstamos demasiado elevados. Se conceden de manera inmediata y normalmente oscilan entre los 300 y 900 euros, dependiendo de si has solicitado uno con anterioridad y lo has devuelto en tiempo y forma.
Crowdfunding
El crowdfunding es un sistema de recaudación de fondos mediante una plataforma, que tiene como base la idea de la cooperación colectiva. El procedimiento es simple: tú presentas tu proyecto, la plataforma le da visibilidad y todas las personas que quieran apoyarte aportan una pequeña cuota. Si la campaña es lo suficientemente buena, te asegurarás un monto significativo cuando esta finalice.
¿Cuál es la mejor opción para ti?
Para elegir cuál es la mejor opción para ti debes tener en cuenta fundamentalmente dos cosas. Por un lado, el monto de dinero que necesitas. Por otro, la futura devolución de esa cantidad. Si necesitas una cantidad reducida de dinero, lo mejor es que solicites un minicrédito que satisfaga el gasto que debes realizar. Si el importe es más elevado, deberás optar por un crédito.
Ten en cuenta que en ambos casos utilizarás el dinero y deberás devolver tanto el capital como los intereses. Sin embargo, si tienes un proyecto muy rentable en mente y no está en tus planes reintegrar el dinero, el crowdfunding es la alternativa que más se adapta a lo que necesitas.